Rear window fue una de las películas mas memorables del director Alfred Hitchcock, este relato cinematográfico según lo mencionan Chabrol y Rohmer en su libro titulado Hitchcock tiene gran relación con un film anterior de este mismo director llamado Pacto Siniestro, especialmente en el planteamiento a nivel espacial, ya que los protagonistas se encuentran prácticamente en la totalidad de la película dentro de un mismo escenario y con una única vista al exterior a través de una ventana, en donde, al igual que Pacto Siniestro el color del cielo nos indica la secuencia lineal del tiempo, solo que en este caso se extiende durante días.
El planteamiento de la película se dirige concretamente al entendimiento claro y preciso del espectador ante la obra cinematográfica, propone una visión general de un panorama dentro de un vecindario común ubicado dentro de una gran ciudad de los Estados Unidos; sin embargo este paisaje esta subdividido por medio de pequeños visores (ventanas) que permiten que el publico al igual que el protagonista gocen la posibilidad de penetrar dentro de esos pequeños mundos cerrados que se encuentran en los interiores de los hogares (Chabrol y Rohmer, p.135, 2006).
Es importante mencionar que dentro de estos mundos más que observar la simple realidad, Hitchcock los presenta como “proyecciones del pensamiento” de los distintos personajes que se desenvuelven dentro de estos espacios cerrados, el espacio específico del espectador se encuentra dentro del apartamento de James Stewart, y al igual que el protagonista es un mirón que observa todo lo que pasa a su alrededor bajo su propio concepto de la realidad, se angustia y ríe al igual que este reportero frente a las situaciones que se generan a su alrededor.
Hitchcock utiliza todos los elementos posibles para involucrar a su público dentro de la personalidad y rol que desarrollan los personajes dentro de la sociedad (con elementos simples como las fotografías, la cámara rota, las revistas, el vestuario de la mujer, etc), como también en estos espacios íntimos que desenvuelven situaciones cotidianas como por ejemplo el romance de los recién casados, las peleas entre las parejas, la vida artística de un músico y una bailarina, y la vida solitaria de dos mujeres una dedicada a la escultura y la otra que vive en su profunda tristeza, pero al mismo tiempo las situaciones fuera de lugar como el posible asesinato de la mujer y la muerte del perro, en donde las actitudes que se salen ligeramente de lo cotidiano delatan al asesino frente a este mirón del frente.
El director en este film recrea un deseo en el interior de quien observa, un deseo por descubrir la resolución del crimen que con tanta ansiedad se ha propuesto, la incertidumbre ataca al espectador con tanta fuerza que Chabrol y Rohmer proponen “… que nada tememos tanto como ver defraudada nuestra esperanza… con un happy-end bastardo” y es claro ya que la “expectativa sádica del público” se encuentra en su punto máximo.
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